lunes, 18 de mayo de 2009

MOTIVACIÓN EN LA EDUCACIÓN
(Ensayo: Aplicado a la institución educativa RAMON FRANKY GALVIS)

En el ámbito educativo encontramos tres pilares fundamentales; ellos son: el poder, el querer y el hacer. Entonces ¿El para que estudiar?, la responde la motivación personal y social de cada estudiante; la motivación que impulsa a un estudiante a lograr ascender en su propio aprendizaje, en otras palabras el “QUERER”.
Después de indagar sobre el tema me quedo claro que la motivación es el factor más importante dentro de la educación, entendiendo este concepto como el impulso mental que nos da la fuerza necesaria para iniciar la ejecución de una acción y para mantenernos en el camino adecuado hasta alcanzar un determinado fin. Y esta definición aplicada en el contexto de la educación es el motor principal para estudiar.
La motivación de un estudiante se compone de pasión, deseos, incomodidades, expectativas; que nos empujan a forjarnos un objetivo y alcanzarlo. Según la definición de motivación que encontré en la página web “monografías.com” existen varios tipos de motivación y los que influyen en la sociedad estudiantil son principalmente: la motivación interna y la motivación externa. El primer tipo de motivación es la más fuerte, surge aparentemente sin motivo alguno, y se arraiga en nuestro ser empujándonos a cumplir con ese objetivo ó esa expectativa que adquirimos solos, es algo por lo que lucharemos con gusto, con amor y sobre todo con pasión. Aunque está motivación interna también puede surgir por una necesidad impuesta por nosotros mismos, me parece que es más fácil de explicar mediante un ejemplo: Un gordito con el auto estima baja, quiere tener una figura más estética que le ayude a sentirse bien consigo mismo, entonces se pone como meta bajar de peso haciendo dietas y ejercicio. En este ejemplo podemos observar claramente que el gordito se impone algo y no va a estar satisfecho hasta lograrlo. En el segundo caso, o sea la motivación externa, se describe mediante la necesidad impuesta por el entorno. Existen factores externos que trascienden en nuestras vidas y en nuestras decisiones. La motivación no se encuentra fuera del alcance de factores como el dinero, la fama, y el poder. Estos factores además de influir en nuestras vidas se concierten en motivaciones externas. Según lo anterior todos los seres humanos necesitamos motivación para realizar cualquier acción, y un estudiante al recorrer el difícil camino del aprendizaje se aferra de su motivación para seguir.
Además de indagar sobre la conceptualización del término motivación, necesitaba saber cual es al punto de vista de algunos estudiantes; y en la institución educativa “RAMON FRANKY GALVIS” encontré algunas repuestas que reafirmaron la tesis planteada en este texto. Estos jóvenes coinciden en algunos puntos, por ejemplo:
La mayoría de estos muchachos por lo menos una vez se han sentido obligados a estudiar por sus familiares.
Estudian en dicha institución educativa por decisión de sus padres o familiares.
Creen que estudiar les ayudara a conseguir un trabajo, y adquirir conocimientos para enfrentarse a una sociedad muy exigente.
La idea de estudiar una carrera universitaria algunos la ven como un sueño y otros como una perdida de tiempo y dinero.
Creen que la situación económica de su familia y de ellos mismos es muy difícil y para algunos la educación es un impedimento para trabajar en este momento y para otros es la herramienta para salir adelante.
Las tres razones mas comunes por las que estos jóvenes se encuentran estudiando son: Porque quiero conseguir cualquier profesión en la que se gane mucho dinero; porque mis padres me dicen que es lo mejor para el día de mañana; y finalmente porque me obligan mis padres.
Entonces según lo anterior, no solo lo que significa la motivación en la vida de los seres humanos es una razón para creer que es importante; si no también porque los propios estudiantes se encargan de afirmar que los motivan cosas como el dinero y su familia.
Si las personas que hemos tenido ó tenemos la fortuna de estudiar fuéramos consientes del gran regalo que tenemos en nuestras manos, la pregunta ¿PARA QUE ESTUDIAR? no tendría ningún sentido; pero como no es así volvemos a hablar de la motivación. Para estudiar tenemos que estar motivados y esta motivación puede tener un carácter externo o interno al individuo como ya lo habíamos dicho, en cualquier caso podríamos reflexionar sobre razones que nos motivarían a estudiar, para ello vamos a pensar en distintas situaciones:

ü Hay personas a quienes el acceso al conocimiento les ha sido negado (personas mayores, infancia trabajadora....). Ellos se encuentran en franca desventaja para integrarse en la sociedad actual en igualdad de condiciones al resto de los ciudadanos. Si este no es tu caso, eres muy afortunado por vivir en una sociedad que te ofrece oportunidades educativas, es decisión tuya beneficiarte de ellas, ¡aprovéchalas!
ü La adquisición de conocimientos y la reflexión sobre los aprendizajes adquiridos ayudan a las personas a forjar un pensamiento más crítico y autónomo, a crecer personalmente como seres sociales y competentes, a tener ideas propias y a adoptar un posicionamiento más claro y consecuente ante las diversas situaciones que tarde o temprano se plantean en la vida.
ü Y finalmente si vemos la relación estudio/trabajo bien remunerado/éxito personal/situación social, no siempre está clara, por eso es necesario encontrar ese equilibrio entre formación para lograr un puesto en la sociedad, que te permita vivir de forma autónoma e independiente, y la satisfacción y el desarrollo personal que aporta la adquisición de conocimientos. Las nuevas tecnologías aplicadas a la educación ofrecen la posibilidad de aprender de forma entretenida, adaptándose a las posibilidades de cada uno, utiliza esta posibilidad no sólo como entretenimiento, también para aprender.

Entonces podemos concluir que la motivación aparte de influir en todos los seres humanos, también influye en los estudiantes y los hace consientes de lo afortunados que son al poder acceder a la educación. Y hace que la respuesta final a la pregunta ¿para que estudiar?, sea una respuesta personal y basada en la motivación externa e interna que influye en los sentimientos de cada individuo. Claro que en el momento en que un estudiante no sienta motivación para estudiar no quiere decir que no pueda estudiar, el hecho de no tener motivación hace que el camino de la educación sea más difícil e incierto; pues cuando se tiene una motivación se ha fijado una meta y se lucha por llegar hasta ella. Finalmente puedo decir que la motivación es el motor interno de todos los seres humanos, cada acción, movimiento o proyecto que realizamos lleva como lleva por dentro una motivación (interna o externa).